Criterios diagnósticos, secuelas y mecanismos patogénicos implicados.
Según Carod-Artal FJ. en su estudio titulado “Síndrome post-COVID-19: epidemiología, criterios diagnósticos y mecanismos patogénicos implicados”, publicado en la Revista de Neurología 72 (11):384-396, en el 2021. Refiere que numerosos pacientes con COVID-19 leve o grave no tienen una recuperación completa y presentan una gran variedad de síntomas crónicos durante semanas o meses tras la infección, con frecuencia de carácter neurológico, cognitivo o psiquiátrico.
El síndrome post-COVID-19 se define por la persistencia de signos y síntomas clínicos que surgen durante o después de padecer la COVID-19, permanecen más de 12 semanas y no se explican por un diagnóstico alternativo. Los síntomas pueden fluctuar o causar brotes. Es una entidad heterogénea que incluye el síndrome de fatiga crónica posvírica, la secuela de múltiples órganos y los efectos de la hospitalización grave/síndrome poscuidados intensivos.
Se ha descrito en pacientes con COVID-19 leve o grave y con independencia de la gravedad de los síntomas en la fase aguda. Un 10-65% de los supervivientes que padeció COVID-19 leve/moderada presenta síntomas de síndrome post-COVID-19 durante 12 semanas o más. A los seis meses, los sujetos relatan un promedio de 14 síntomas persistentes. Los síntomas más frecuentes son fatiga, disnea, alteración de la atención, de la concentración, de la memoria y del sueño, ansiedad y depresión. Se desconocen los mecanismos biológicos que subyacen, aunque una respuesta autoinmunitaria e inflamatoria anómala o excesiva puede tener un papel importante.
El autor concluye que las manifestaciones clínicas son diversas, fluctuantes y variables, aunque predominan la fatiga y las quejas neurocognitivas. No existe un consenso definido sobre el síndrome post-COVID-19 y sus criterios diagnósticos no se han sometido a una evaluación psicométrica adecuada. (Carod-Artal F., 2021).
A continuación los resultados más resaltantes de este interesante estudio:
– Una etiología vírica se ha implicado en el síndrome de fatiga crónica. Los criterios diagnósticos de éste propuestos por la Academia Nacional de Medicina en 2015, se resumen en la tabla I. El diagnóstico de síndrome de fatiga crónica requiere que los tres síntomas cardinales (fatiga, empeoramiento de los síntomas con el ejercicio y sueño no reparador) estén presentes durante más de seis meses y que su gravedad sea moderada o grave durante al menos el 50% del tiempo. El término ‘enfermedad con intolerancia al ejercicio sistémico’ se propuso como alternativa al síndrome de fatiga crónica. (Institute of Medicine, 2021)
– En diciembre de 2020, el Instituto Nacional para la Salud y Excelencia en el Cuidado (NICE) del Reino Unido publicó una guía sobre las consecuencias a largo plazo de la COVID-19. En esta guía se distingue entre COVID-19 aguda (los signos y síntomas de la COVID-19 duran hasta cuatro semanas), COVID-19 sintomática en curso (los signos y síntomas de la COVID-19 tienen de cuatro a 12 semanas de duración) y síndrome post-COVID-19. La guía NICE define el síndrome post-COVID-19 como el conjunto de signos y síntomas que se desarrollan durante o después de una infección compatible con COVID-19 (para su diagnóstico no es necesario una historia previa de COVID-19 confirmada mediante PCR), continúan durante más de 12 semanas y no se explican mediante un diagnóstico alternativo. Los síntomas pueden presentarse a menudo superpuestos, y fluctúan y cambian con el tiempo, a veces a modo de brotes, y afectan a cualquier sistema corporal, incluyendo los sistemas cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal, neurológico, musculoesquelético, metabólico, renal, dermatológico, otorrinolaringológico y hematológico, además de problemas psiquiátricos, dolor generalizado, fatiga y fiebre persistente (Tabla II). (National Institute for Health and Care Excellence, 2021).
– Se han publicado diversos trabajos clínicos sobre el síndrome post-COVID-19 que difieren en el tamaño de la muestra, el tiempo de análisis, la metodología empleada, la gravedad y los criterios diagnósticos empleados. En la tabla III se resumen algunos de los estudios descriptivos más destacados procedentes de China, Europa y Estados Unidos. (Tenforde M. et al., 2020; Carvalho-Schneider C. et al. 2021;Townsend L. et al 2021, Garrigues E. et al. 2020; Halpin S. et al. 2021; D’Cruz R. et al. 2021; Carfì A. et al. 2020; Venturelli S. et al. 2021).
– La etiopatogenia del síndrome post-COVID-19 es probablemente multifactorial, dado el amplio espectro de manifestaciones clínicas. El síndrome post-COVID-19 es una entidad compleja y heterogénea, en la que pueden existir múltiples factores que desencadenen síndromes posconvalecencia específicos (Tabla IV). En el caso del síndrome post-UCI, se ha relacionado con isquemia por afectación de pequeños vasos, el efecto de la inmovilidad, miopatía/neuropatía del paciente crítico y las alteraciones metabólicas asociadas a la enfermedad crítica. (Oronsky B, et al. 2021).
Referencias bibliográficas:
Tomado de: https://www.neurologia.com/articulo/2021230/eng